Festivales: críticas y recomendaciones del DocBuenosAires 2025

Festivales: críticas y recomendaciones del DocBuenosAires 2025

Entre el martes 19 y el domingo 24 de agosto tendrá lugar en la Sala Lugones del Teatro San Martín la 25 edición del festival de documentales DocBuenosAires. Aquí, algunas críticas y recomendaciones.

Del martes 19 al domingo 24 de agosto la Sala Leopoldo Lugones será sede de la vigesimoquinta edición del DocBuenosAires, donde se verán y discutirán las mejores producciones nacionales e internacionales del cine documental de creación. La muestra está organizada por el Complejo Teatral de Buenos Aires, dependiente del Ministerio de Cultura de la Ciudad, junto con la Fundación Cinemateca Argentina y el apoyo de Mecenazgo Cultural y Directores Argentinos Cinematográficos (DAC).

Acá van las críticas de las películas que ya he visto, a las que se agregarán algunas más que veré en los próximos días. En los siguientes links pueden acceder al programa y a la información en la web sobre horarios y entradas.


7 PASEOS CON MARK BROWN, de Vincent Barré, Pierre Creton

Reconozco no ser el público ideal para una película como 7 promenades avec Mark Brown, un largometraje codirigido por el realizador Pierre Creton y el artista visual Vincent Barré. Salvo en casos muy excepcionales, no logro que la flora me interese, me conmueva o me produzca otra cosa que tedio. Es un defecto, lo admito, pero bien vale aclararlo a la vez para valorar el hecho de que esta película logró hacerme entrar en su propuesta, su recorrido junto al botanista Mark Brown por distintas zonas de la Normandía francesa filmando diferentes y llamativas plantas que el especialista describe, analiza y explica. Hay algo en su dedicación pausada, luminosa y amable respecto a capturar el mundo natural que es particularmente valiosa y admirable.

La película se divide en dos partes: en la primera se recorren esos siete escenarios mostrando a las personas –con la cámara visible, el equipo y demás– que los recorren mientras conversan, buscan, encuentran y describen esa flora. La segunda mitad muestra los resultados de esa filmación: planos concretos y fijos de las especies encontradas, sin presencia humana más que la voz del propio Brown, explicando cada una de las que vemos.

En ese doble juego –o juego de espejos–, Creton, Barré y Brown van dando testimonio de una riquísima vida natural que nos rodea y que, como aclaran más de una vez, corre peligro por el cambio climático y la mano del hombre y los productos que usa para (mal)tratar la tierra. Estos siete paseos, o “siete días de felicidad” –como los describe el propio Brown–, aparecen retratados en toda su calma belleza. Que algunos no seamos lo suficientemente lúcidos o sensibles como para apreciarlo en su justa dimensión es un problema nuestro y no de la película.


UNA SOMBRA OSCILANTE, de Celeste Rojas Mugica


LOS CRUCES, de Julián Galay

Dedicada en los créditos finales a los científicos y a las personas que se dedican al estudio en medio de una cultura neoliberal y belicosa, LOS CRUCES es una película que se acerca al universo de lo político de una manera lateral, curiosa. El film –premiado en el festival FIDMarsella– no es un documental sobre el CONICET ni nada parecido, pero en su obsesión por entender determinados usos de la ciencia –para entender algo ligado a los sueños que no viene del lado freudiano del tema– pone en primer plano el obsesivo trabajo de especialistas en el tema.

O, habría que decir, en segundo plano, ya que lo central lo ocupan las imágenes (en las que colaboró con la aquí DF Tatiana Mazú González), los sonidos y las impresiones que la película capta a modo de ensayo intentando analizar visualmente el mundo de los sueños. Todo parte, escribe el director en pantalla, de su intento por recordar sus sueños y anotarlos para de ahí tratar de entender cómo tanto los humanos como los animales sueñan y cómo se produce eso físicamente. La película presenta esas observaciones de un modo organizadamente caótico, casi impresionista, yendo de momentos abstractos a entrevistas un tanto más francas y hasta cierto punto convencionales.

Pero lo que prima es la exploración audiovisual de la experiencia del sueño y de cómo eso se repite también en diversos animales, al punto de filmar un rato a un modo tomando el control de la cámara y a un extraordinario loro muy afinado que se sabe varias canciones populares como «La cucaracha». Entre la exploración de la fauna y la flora, y en su mirada asombrada al mundo que lo rodea, Galay consigue algo parecido a lo que hicieron luego los científicos del CONICET en el fondo del océano: mostrar el contacto del mundo de las ideas con el real y cómo el trabajo científico consiste en exactamente eso. Brindar algo de luz y claridad donde solo existe oscuridad y confusión. Sea en las arañas, en los pájaros o en los seres humanos.


FORENSES, de Federico Atehortúa Arteaga

Las diversas formas de la desaparición de personas se conectan en este ensayo documental del realizador colombiano de quien el DocBuenosAires hace una retrospectiva. Por un lado, las desapariciones ligadas a la violenta historia política del país, en todas sus formas, profundizando en la tarea de los médicos forenses que tratan de encontrar y recuperar cadáveres de personas. Por otro, la de una mujer transgénero que fue asesinada años atrás. Y, englobando todo, la misteriosa desaparición de un tío del realizador, que se fue a un viaje siendo joven y jamás regresó.

Esos distintos ejes sirven para que Atehortúa haga un collage de imágenes documentales, algunas creadas por Inteligencia Artificial (o algún programa de animación digital) y diarios familiares a los que suma una analítica voz en off que intenta dar marco y contención a esas diferentes historias que conforman un país que, dice el realizador, no logra encontrar una manera coherente de lidiar con esos enigmas no cerrados de las personas que no están más.

Así como hay países en los que la cuestión de los desaparecidos se ha tornado un tema que afecta e involucra la identidad nacional –en el caso de Argentina es, o era hasta hace poco, bastante así–, FORENSES arriesga la idea de que Colombia necesita encontrar algún tipo de unidad en torno a este eje, uno que sirva para arraigar una idea de país. Así, entre anécdotas familiares, seguimiento de los médicos forenses, las memorias de una mujer trans y el vacío que generan esos cuerpos ausentes se va conformando esta meditación acerca de un país rodeado por los fantasmas y las memorias de cientos de miles de personas que no están.