
Series: crítica de «The Sinner – Temporada 3», de Derek Simonds (Netflix)
Diferente a las anteriores por su funcionamiento narrativo, la nueva temporada de la serie policial protagonizada por Bill Pullman mete al perturbado policía que el actor encarna a enfrentarse a un peligroso y maníaco personaje interpretado por Matt Bomer. Arranca por Netflix el 19 de junio.
Hay maneras y maneras de adaptar novelas al formato serial. Se me ocurren, en principio, cuatro. Quizás hasta cinco. Una sería la clásica: se hace una temporada (una miniserie, digamos) con la novela, se acaba y listo. Otra opción un tanto más rara es la de estirar el material para que dure varias temporadas. Las dos opciones que siguen son las que se están usando cada vez más, especialmente si esa primera temporada funciona bien. Una es que, cuando se acaba el material de origen, se inventa su continuidad de cero, ya no en base a la novela sino con guionistas que imaginan como siguen las vidas de esos personajes, algo probado en series como THE HANDMAID’S TALE y BIG LITTLE LIES, entre otras. La cuarta opción es la llamada «Anthology Series»: cambiar todos los personajes pero mantener un concepto unificado. Si bien no son adaptaciones de novelas, se me ocurren en ese sentido casos como FARGO o TRUE DETECTIVE.
El formato que ofrece THE SINNER es otro, muy común a la literatura y también a las series de televisión de la vieja escuela. Esto es: un mismo personaje (usualmente un detective privado o un policía) atravesando muy distintos casos y rodeado de diferentes personajes. La vieja TV lo hacía por episodios, ahora se hace por temporadas. THE SINNER empezó como una adaptación literaria, pero el éxito de la primera temporada derivó en que su personaje principal (de hecho, el detective Harry Ambrose que encarna Bill Pullman no era estrictamente el protagonista de la primera temporada) siguiera de largo atravesando nuevas aventuras. Pero no hay más libros («The Sinner» no era una novela de la Serie Harry Ambrose como sí hay de cientos de detectives e investigadores) ni una lógica interna que el personaje deba respetar. Con lo cual el personaje y sus circunstancias pueden alterarse radicalmente de una temporada a la otra.

Esta larga introducción quizás sirva para entender los motivos por los cuales, al menos para mí, la tercera temporada de THE SINNER tuvo poco que ver con las anteriores. No mejor ni peor, pero sí distinta. Ese traspaso de mando, esa alteración sutil pero constante del personaje y esa manera diferente de tratar los casos deja en evidencia este complicado ida y vuelta creativo. Por primera vez aquí no hay un caso tan claro y evidente de culpabilidad como lo hubo en las dos primeras temporadas. Aquellas comenzaban con un crimen cometido de forma tan clara que no había dudas de la responsabilidad del sujeto en cuestión. Lo que no se sabía, y lo que le daba a la serie su gracia y peculiaridad, eran los motivos de ese crimen, motivos que muchas veces transformaban a los culpables en víctimas por sus complicadas historias previas.
Aquí hay un muerto y un aparente criminal, pero las circunstancias son un tanto más confusas. Luego veremos que no es la única diferencia con las anteriores temporadas (las otras las comentaré luego). Jamie Burns (Matt Bomer) es un profesor de historia, casado con Leela, que espera un hijo. Su vida parece ordenada, feliz. Es simpático, carilindo, querido por todos (colegas, esposa y alumnos) y vive en una hermosa casa en la que nada parece fuera de lugar. Sabemos, si vimos tres policiales en nuestra vida, que esa paz no tardará mucho en romperse.
La tranquilidad se quiebra una noche en la que Jamie recibe la visita sorpresiva de Nick Hass (Chris Messina), un aparentemente bastante siniestro amigo de la universidad al que no ve hace muchos años. Pese a su resistencia, Leela lo invita a cenar. Es claro que su visita lo incomoda y Nick hace lo posible por sacar afuera esa incomodidad, provocando a Jamie en la mesa con historias del pasado y burlándose un poco de su «vida feliz y normal». Los viejos amigos terminan saliendo a tomar algo y, horas después, Nick aparece muerto tras un brutal accidente automovilístico del que Jamie sale con apenas algunos rasguños.

Es un inicio, si se quiere, bastante más convencional que los anteriores. Pero cuando entra en escena Ambrose todo se empieza a enredar. El tipo descubre que hay detalles sospechosos en la escena del crimen –y en los tiempos de llamado al 911– que lo hacen pensar que el asunto pudo no haber sido un accidente. O que hay algo más que eso. Encuentra, además, una tumba cavada cerca de ahí que habría sido preparada por los «amigos» en cuestión. ¿Qué es lo que pasó ahí? ¿Qué oculta Jamie?
Bueno, mucho. Sin revelar demasiados detalles diré que Jamie y Nick tenían una larga historia en común y que se habían dejado de ver por sus distintos temperamentos y elecciones en la vida. Perturbado y provocador, Nick era un joven estudiante obsesionado por conceptos filosóficos «nietzscheanos» que él interpretaba como un desafío a la apacible domesticidad de la mayoría de la gente. Veía en la cercanía de la muerte, en la idea de tomar riesgos extremos, una forma de valorizar la vida, de perder miedos y crear sus propios parámetros morales. «Vivir en un nivel superior al del hombre común, descubrir la verdad de la existencia», le explica a Ambrose un profesor especializado en Nietzsche. Jamie era su amigo y también alumno, aunque no tan convencido ni lanzado como Nick. Eso los separó por un largo tiempo. Y ahora los reunió… ya verán cómo.
Es aquí donde aparece Ambrose relacionándose con Jamie y tratando de entender la lógica de sus actos. ¿El mató a Nick? ¿Por qué? ¿Hay algún secreto en el pasado de ambos? ¿Es para confirmar las teorías de Nick, perder los miedos y transformarse en un «superhombre»? ¿O solo estaba aburrido con su vida en extremos convencional y socialmente perfecta? Como es habitual en nuestro perturbado detective, entrar en la mente y en los conflictos psicológicos de Jamie lo harán detenerse en su complicada historia personal, que esta vez pone el eje en la complicada relación que tiene con su hija y, por ende, su mínimo contacto con su nieto, además de otros problemas (románticos, de salud, etc) que el veterano policía tiene.

Como suele suceder en las temporadas de THE SINNER, es más lo que la serie investiga en los motivos y las razones que en los detalles, si se quiere, criminológicos. Aquí hay una diferencia con otras temporadas y se presenta promediando el relato. Digamos que Jamie sigue complicándose con otros actos criminales y en esta temporada cobra tanta relevancia la persecución en tiempo presente como la investigación acerca del pasado. Y hay una más, quizás la que a mí menos me interesó: la constante necesidad de la serie –del guión, digamos– de verbalizar una y otra vez motivos, temas y «filosofías» que expliquen los actos que se van sucediendo. Es como si la temporada quisiera explicarse a sí misma y no dejar lugar alguno para una mirada externa.
THE SINNER no es una serie que se apoye demasiado en el realismo sino más bien en la perturbación ética o moral, los giros narrativos que obligan al espectador a reacomodar permanentemente todo lo visto y en «criminales» bastante particulares. En este caso, Jamie es menos defendible o entendible que los anteriores. Y si bien uno puede escuchar con atención la manera en la que explica o analiza sus actos, en el fondo es obvio que no es más que una maquiavélica justificación para cometer sus crímenes. Es una especie de Thanos de Boston, alguien que cree realmente estar haciendo un bien (con él y con el mundo) al romper cualquier código social de conducta.
Esta temporada funciona de un modo más tradicional que las anteriores, ya que avanza de una manera más cercana a un thriller clásico. Lo que la sostiene es, fundamentalmente, el duelo mental entre Ambrose y Burns, y el actoral entre Pullman y Bomer. Burns asume el papel de «hombre que crea su propia moral» que tenía su viejo amigo Nick y pretende que Ambrose sea su alumno en esta manera brutal y desafiante de relacionarse con el mundo. Y Harry es aquí el que juega con el espectador, ya que nunca nos da pistas claras acerca de si ha entrado en el juego de Jamie o si tiene otros planes y controla la situación. Ese duelo es lo mejor de la temporada, lo que la sostiene cuando la lógica del guión hace agua por diversos costados.
Es que Harry Ambrose es un gran personaje. Por más que las diferentes temporadas lo hayan empujado de un lado a otro, agregándole torturas psicológicas varias y más problemas que los que tienen los ministros de salud de Bolsonaro, hay algo en la interpretación de Pullman que lo convierte en mucho más que la suma de sus conflictos psicológicos. Esa mirada para abajo, ese cuerpo incómodo en su propia osamenta, ese balbuceo nervioso, poco asertivo y muy inusual en un veterano detective de la policía lo transforman en un personaje peculiar. Raro, pero reconocible. Perturbado, pero absolutamente humano.
La tercera temporada de THE SINNER arranca en Netflix el 19 de junio. Acá están las críticas que escribí de la primera y de la segunda temporada de la serie.
Muy buena reseña. Dejaste afuera de la misma, de todos modos, al personaje de la artista plástica que termina en amoríos con Harry Ambrose. Interesante, para mí.
De acuerdo en genral con ale. Con respecto a la pintora, que no esta exenta de sus propios «demonios internos», ocupa el lugar adecuado. Para mi, si hubiera tenido mas presencia en el guion, le quitaba fuerza al detective y al profesor.
A mí me gustó! Creo q fue todo para mostrar el estado mental del policía. A él le gusta apretar y escarbar, pero es un cagón que no se enfrenta a sus demonios. Bomer hermoso!
Acabo de ver las 4 temporadas, y la serie es genial, como la actualización de cada personaje, me encantó la 2 el niño me cautivó ?
deja mucho que desear…nada que ver con las 2 primeras. Redunda, cansa y hasta molesta los enredos y supuesto suspenso que el guionista utilizó para hacerlo (desgraciadamente) menos creíble, en vez de atrapar al espectador como lo hizo en las anteriores. Ni siquiera es claro el cuadro mental que aparentemente el actor invitado, padece…Lo siento, pero se volvió aburrida. Ni siquiera es clara la nueva relación amorosa del principal protagonista…muchos enredos sin buenos resultados…Espero que la próxima sea mejor porque me gusta el actor y la temática de thriller con buenos componentes psicológicos que nos acostumbró las primeras…gracias por permitirme dar mi opinión
Totalmente de acuerdo contigo, aburrida hasta decir basta. Ya en el 7 cap deseando que concluyese fuese como fuese.
Pensé exactamente lo mismo, son grandes actores todos,de eso no hay duda. Pero cuál fue su cuadro psicólogico? cómo de pronto te vuelves un asesino? no hubo hubo misterio cómo las 2 temporadas anteriores, estuve esperando ese twist.
Edtoy totalmente de acuerdo
Totalmente de acuerdo. Es un guión poco creíble, forzado, insostenible, con fallas claras como la del episodio final donde el detective va al encuentro de su posible asesino sin avisar en la estación policial tan siquiera estén atentos en la cecanía. Un bodrio.
Totalmente de acuerdo… La primera en mi opinión fue la mejor. En realidad las tres juegan con la psicología de la mente, pero la tercera termina siendo aburrida y con escenas de relleno, que no me hubiera importado que se alargaran en la primera (o en la segunda, aunque están en orden de «merece la pena verlo».
maravilloso tu comentario!!!! La peor temporada de las 4… por suerte en la siguiente el guion, actores y trama mejoran muchisimo
Nada que ver con las dos primeras temporadas. Podría haberse terminado en el 5 máximo 6 episodio. Fue desesperante los ires y venires , y el supuesto suspenso que se volvió tedioso y muy alejado de la realidad. Reforzaron tanto la trama que terminó siendo poco creíble. Se desfiguraron los personajes hasta volverse caricaturas.
tal cual coincido con las otras opiniones muy aburrida esta temporada la verdad espere mucho tiempo para verla para q llegue y m desepciono le pondria un 1…ojala la proxima este mas buena mas atrapante y no tan aburrida
La verdad es que esta temporada me desilusiono mucho. En el trailer parecia que iba a ser mas interesante pero resulto todo lo contrario. Y me resulta mas incomodo como el inspector termina asesinando a Burns y el compañero tapa el delito. Esperaba otra cosa.
Recién la termine de ver y me imaginé que a mucha gente no le iba a gustar. Me gustó tu reseña, creo que está bastante completa y acertada.
A mí en lo personal me encantó y discrepo con vos en lo de la «sobre explicación» de lo que pasaba, me encanta que metan conceptos filosóficos y psicológicos en el medio de la trama, creo que le da un trasfondo muy interesante. Quizás hay decisiones de guión que si la hacen aburrida o menos interesante y verosímil pero prefiero quedarme con el contenido y con la mística existencialista que plantea.
Imagino que a mucha gente no le gustará que le escupan en la cara su normalidad, su «vida de Instagram» y redes sociales, su normalidad segura, pero está bueno ver obras que planteen las inquietudes que todos tenemos dentro nuestro.
Me encanto esta 3era temporada. La 1er fue especial distinta. La segunda me parecio aburrida con el tema del niño y a la secta pero esta es buenisima. El tema de la niña de la escuela queda inconcluso y la pintora tambien por que tanto apego a Jamie.
Muy de acuerdo contigo. La 2da temporada con el niño me pareció un poco aburrida. Mejores la 1 y 3 en ese orden.
Elias, me gustan las series o peliculas con conceptos filosoficos o psicologicos, de hecho me encantan las pelis raritas como se diria coloquialmente pero es que se han pasado repitiendo cada capitulo lo mismo. Esta serie en general se pregunta xq ha hecho esto el asesino en lugar del clásico quien ha hecho esto, entonces digo yo q sobran 7 capitulos cuando desde el capitulo 1 sabemos el porqué lo hizo, no tiene intriga como las otras temporadas.
Concuerdo contigo. Tal vez no sea del gusto de todos, y no creo que este hecha para ello. Leí en un comentario que a la gente le gusta que le den las cosas masticadas, sin profundidad emocional ni temas para pensar; tal vez este sea el caso.
Si bien no es perfecta, creo que es una buena temporada, que hace preguntas correctas, incómodas, y analiza la humanidad y sus decisiones. Como dicen en la serie, las personas evaden las preguntas que pongan en cuestión su estilo de vida monótona y sus acciones predeterminadas como si fueran robóticas. Quizás por eso no haya sido del agrado de todos.
Creo que pudieron profundizar más en la necesidad de pertenencia de Jamie, ignorado por su padre, y los dones de convicción/manipulación de Nick. Es algo que me hubiera gustado ver y que quizá hubiera terminado de cerrar el porqué de las acciones de Jamie.
Me encantan las profundidades de la filosofía y la psicología pero no contadas deficientemente y, para peor, hasta el hartazgo.
Me encantó esta tercera temporada, que tiene una inclinación más hacia el thriller psicológico. Al contrario de lo que piensan otros, la vi más realista (más allá de algunas escenas meramente decorativas), es más humana, más compleja… No es la típica historia de buenos y malos, deja al espectador (por lo menos al que se involucra plenamente con la historia) con muchos interrogantes. Lo mejor que ví en los últimos tiempos.
Me parece, también, lo mejor que he visto en los últimos tiempos.
Se pone en juego esa lucha interna del «Ser humano y Ser El Supremo». Sentirse Dios y decidir. Libertad en el más amplio sentido. O ser humano y dejar que decidan. Lo que se espera de uno. Caber en el mundo..este.
La delicada línea entre cordura y locura, lo normal y lo anormal, lo auténtico y lo hipócrita.
Creo que la serie sería un fracaso si gustara a la mayoría. Son pocos lo que se atreven a mirar a lo más interior de cada uno, a preguntarse, responderse, y re-preguntarse.
Sublime.
Trata de la transformación de un hombre hacia un sicópata asesino paso a paso detenidamente, ahonda extensivamente sobre el justificado(?) proceso a lo largo de toda la serie, te muestra detalladamente la sicología atrás de pensamiento nihilista y como de justifica su accionar hasta estar completamente convencido de que el mismo es una víctima. No es lo que esperaba de la saga the sinner , me gustó pero me desepciono por momentos. Esperaba más entretenimiento e intriga pero me encontré con un ensayo sobre la filosofía de nitche. Y como puede afectar a una mente débil.
La primera temporada fue sublime. La segunda, daba para mas. La tercera, aburrida hasta el tedio. No me cerró nada. Tal vez fui yo, pero casi no la entendí. Y Harry Ambrose me llegó a exasperar con sus muecas y sus gestos. Se quedó en el intento.
La tercera temporada me parecio aburridora, vi los 3 primeros capitulos y no me aguante mas y derecho para el ultimo, el perturbado profesor repite y repite la misma cancion, filosofia deprimente y sin ningun sentido, no hay trama, no hay suspenso ni emocion, nada, se tiraron en la serie.
La tercer temporada mailisima. No la vean
De esta tercera temporada tengo que destacar el trabajo de Matt Bomer, absolutamente sublime. Y sólo por eso merece la pena verla. Ciertamente, me quedé esperando un giro final que nunca llegó, una explicación de qué pasó de verdad con ese chico de instituto, para que se volviera así. Es lo que ha diferenciado «The sinner» frente a las típicas historias del malo, al que al final pillan, y después de media hora de pelea, muere. En las dos primeras temporadas eran víctimas, en esta, no sé sabe bien qué querían contar.
Esperé tanto por esta tercera temporada y me pareció MALA! Aburrida a morir. Nada que ver con las dos primeras. Que lamentable.
La tercera temporada me pareció excelente y profunda. Es como Millennium de Chris Carter pero sin lo sobrenatural. Las referencias filosóficas que incluye son valiosas y el final con la conversación entre Ambrose y la pintora es desgarrador. Al final ante el silencio y la soledad del morir solo nos resta la piedad y la comprensión, condiciones de humanidad. No se la pierdan.
Muy mala. A mi criterio toda ficción tiene que tener un verosimil no importa que sea de marcianos o una comedia romántica. Esta serie carece de eso absolutamente, tiene escenas que dan verguenza ajena. Además tiene unos problemas de casting importantes. La verdad, malísima.
La ví. De hecho me gustó. Actuaciones sublimes y una historia diferente y que tiene agarrado desde un inicio. Una increíble narrativa que explora esa delgada línea entre la locura y la cordura.