Series: reseña de «La caza del asesino» («Manhunt»), de Monica Beletsky (Apple TV+)

Series: reseña de «La caza del asesino» («Manhunt»), de Monica Beletsky (Apple TV+)

Esta serie de siete episodios se centra en la persecución de John Wilkes Both, el asesino de Abraham Lincoln. Con Tobias Menzies y Anthony Boyle. Desde el 14 de marzo por Apple TV+.

Esta adaptación del libro «Manhunt: The 12-Day Chase for Lincoln’s Killer», de James L. Swanson, utiliza la trama que está propuesta desde el mismo título para contar algo así como una historia política de los Estados Unidos de mediados del siglo XIX, al terminar la Guerra Civil, y para analizar a la vez cómo esas diferencias preceden y continúan a ese hecho criminal. La caza de John Wilkes Booth, el asesino de Abraham Lincoln (no me vengan con spoilers acá, por favor), es la guía que sirve para ir enlazando una historia que va y viene permanentemente en el tiempo, ya que cuenta los planes que la antecedieron a la par de sus consecuencias políticas.

La línea narrativa principal aparece de a poco en una edición que va y viene en el tiempo permanentemente, con la ayuda de carteles. Lo central es que Booth (Anthony Boyle), un actor muy famoso en esa época, entra un 14 de abril de 1865 al Teatro Ford de la ciudad de Washington, llega al palco en el que Lincoln, entonces presidente de los Estados Unidos, estaba mirando una obra con su esposa, lo mata de un tiro en la cabeza y escapa. Habían pasado apenas cinco días del final de la Guerra Civil que había ganado el norte y Booth, confederado del sur, cumplía así su parte de un complicado plan para volver a la lucha armada, plan que por motivos que se verán, no prosperó. Booth escapa, lastimado en un pie, y el encargado de perseguirlo es Edwin Stanton (Tobias Menzies), secretario de guerra del asesinado presidente.

Lo que se narra en la serie es, por un lado, el recorrido de Booth en su fuga por el campo, tratando de regresar al sur (Richmond, Virginia, es su objetivo), en compañía de Lewis Powell (Spencer Treat Clark), baqueanos y otra gente que lo ayuda en el camino, parte de la conspiración o defensores de la Confederación. Y, por otro, la caza que establece Stanton, con la ayuda en algunos casos forzada de policías, prensa y autoridades. Pero todo es más complicado de lo que parece ya que hay alianzas cruzadas, una situación nacional todavía no del todo clara y muchas dudas respecto al futuro del país, empezando por el que asume como presidente, Andrew Johnson (Glenn Morshower), que no parece demasiado interesado en continuar las políticas de Lincoln de acabar con la esclavitud. Y en esa misma dualidad hay varios, hasta la propia gente de Wall Street.

La inteligencia del guión es que no plantea héroes y villanos de una manera escolar. Lincoln (interpretado mayormente en flashbacks por Hamish Linklater) y Stanton tienen sus zonas grises y ambiguas en lo que respecta a sus manejos políticos. Y Booth, por más fanático que sea de la Secesión y más allá de su manifiesto racismo, se muestra como un hombre culto e inteligente capaz de recitar a Shakespeare y a Edgar Allan Poe de memoria. Y es así como mientras se va analizando el panorama político de la época –hay toda una subtrama ligada a los difíciles intentos de una ex esclava para no seguir siendo considerada como tal–, Stanton va cerrando filas y acorralando al asesino.

Si bien la serie puede parecer una lección de historia estadounidense que intenta establecer paralelos con la situación actual de ese país –igualmente dividido entre los que votan a Donald Trump y desconfían hasta de los resultados electorales, por un lado, y los que siguen las tradiciones democráticas liberales del país, por otro–, MANHUNT siempre se organiza como una serie de acción, un thriller con intrigas políticas y varias sorpresas que por momentos hasta parece tomar los ropajes del policial negro.

Eso quizás esté relacionado a que entre los realizadores a cargo están luminarias del cine policial como Carl Franklin y John Dahl, encargados de dirigir los primeros cuatro de sus siete episodios. El estilo de la serie en sí –uno que los dos manejan al dedillo– es sobrio y preciso para trabajar una trama compleja, llena de personajes, intrigas políticas y las citadas (y quizás excesivas) idas y venidas en el tiempo, casi en plan film noir. Es cierto que puede ser una serie un tanto complicada de seguir para el público internacional, o uno que no conozca mucho acerca de la historia de los Estados Unidos, pero en lo esencial siempre es clara. Y eso, en buena medida, tiene que ver con la coherencia y claridad que le imprimen sus realizadores.

A favor también juega un muy buen elenco, encabezado por el excelente Menzies, un actor más visto que reconocido (aparece en ROME, OUTLANDER, JUEGO DE TRONOS y es el Príncipe Felipe en las temporadas 3 y 4 de THE CROWN), que cumple el rol de obsesivo perseguidor. Boyle (de la actual AMOS DEL AIRE, también en Apple TV, THE PLOT AGAINST AMERICA y muchas otras) se muestra como un enemigo inteligente, por más impedimentos físicos que tenga. A ambos los acompañan nombres reconocidos como Lily Taylor (Mary Todd, esposa de Lincoln), Patton Oswalt, Lovie Simone y Matt Walsh, entre otros. Quizás LA CAZA DEL ASESINO no sea la serie más comercial o accesible dentro del panorama de estrenos de las plataformas, pero es una de las más serias y sólidas. Una forma de entender a los Estados Unidos actuales a través del prisma de su complicada historia política.