Balance 2025: Top 40 de cine argentino (+ extras)

El cine argentino viene soportando estocadas mortales en continuado. No contentos con limitar al extremo el presupuesto para subsidios y reducirlos a unas pocas películas al año –muchas de las cuales tienen que «prometer» una buena cantidad de espectadores para recibirlos– los ineptos burócratas al frente del INCAA hablan todo el tiempo en contra de una cinematografía admirada y envidiada en todo el mundo. El reciente y bastante lamentable Festival de Mar del Plata fue una muestra del desamor por ese cine y del enorme desconocimiento del medio, ignorancia de la que –como se volvió costumbre en el mundo libertario o de ultraderecha– se vanaglorian.

El ya de por sí espinoso terreno en el que los cineastas nacionales se movían se puso aún más complicado cuando se supo que, escondida en un par de artículos perdidos de la Ley de Reforma Laboral (que aún no salió pero todo parece indicar que, más temprano que tarde, lo hará), se derogan artículos de la Ley de Cine que aseguraban su financiamiento a través de fondos propios. De salir esos artículos así como están, el INCAA perderá su autarquía y dependerá por completo de las partidas que cada año decida girarle el Ministerio de Economía. Que, a juzgar por lo que opinan sobre el cine argentino en este gobierno, se pueden imaginar que serán nulas.

Aún así, el cine argentino resiste. Se sigue filmando como se puede, se siguen armando festivales –y viajando a festivales–, se siguen estrenando películas aún cuando apenas se disponga de un horario en una sala INCAA por semana (sí, leen bien, no es un error de tipeo) y se sigue pensando el futuro. Gracias a muestras como Fuera de Campo que desnudó el vaciamiento material y espiritual del festival marplatense, y de incontables muestras, grupos de Whatsapp y discusiones online, el cine continúa vivo. Es cierto que la gente no sale a la calle a defenderlo o a pelear por él como lo hacen con otras cosas, pero no estoy seguro que sea un problema del cine argentino, sino uno más ligado a la época que vivimos y a que la gente tiene prioridades mucho más acuciantes que salir a defender al INCAA o a la financiación del cine nacional.

En medio de ese clima sigue habiendo y se siguen haciendo –menos, obviamente– películas. Este año, sin ir más lejos, nos dejó con una buena cantidad de títulos imperdibles y un montón de films que dejan otra vez en claro que la creatividad sigue viva, que hay recambio generacional y que hay personas pensando en cómo reconvertirse ante esta nueva realidad que, con suerte, no se extenderá más de dos años. Esto no niega que la situación es terrible: hay cineastas que dejaron su profesión, otros que viven de las series, de pequeños trabajos ligados al audiovisual, de dar clases, de lo que sea. Pero todos están (estamos) convencidos que, de todo este desastre, algo nuevo resurgirá.

Lo que sigue es una lista de 40 películas argentinas que se estrenaron a lo largo de 2025 en salas o plataformas de streaming, además las que se vieron en festivales de cine que aún no tuvieron estreno comercial local. Aunque suene exagerada la comparación con una famosa frase de un mítica película, la lista es vida. O, al menos, una prueba más de que el cine argentino existe y resistirá a lo que le pongan adelante.

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Top 40:

• 1. Nuestra Tierra, de Lucrecia Martel
• 2. Las corrientes, de Milagros Mumenthaler
• 3. El príncipe de Nanawa, de Clarisa Navas
• 4. Tortuga persigue a tortuga, de Víctor “Kino” González
• 5. Pin de fartie, de Alejo Moguillansky
• 6. La noche está marchándose ya, de Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas
• 7. El mensaje, de Iván Fund
• 8. Belén, de Dolores Fonzi
• 9. Un cabo suelto, de Daniel Hendler (Uruguay)
• 10. ¡Caigan las rosas blancas!, de Albertina Carri

• 11. La virgen de la tosquera, de Laura Casabé
• 12. Los renacidos, de Santiago Esteves
• 13. LS83, de Herman Szwarcbart
• 14. 27 noches, de Daniel Hendler
• 15. 3000 km en bicicleta, de Iván Vescovo
• 16. Luciano, de Manuel Besedovsky
• 17. Hijo mayor, de Cecilia Kang
• 18. Diciembre, de Lucas Gallo
• 19. Gatillero, de Cris Tapia Marchiori
• 20. Suerte de pinos, de Lorena Muñoz

• 21. Tesis sobre una domesticación, de Javier Van de Couter
• 22. Presente continuo, de Ulises Rosell
• 23. Los días con ella, de Matías Scarvaci
• 24. La mujer del río, de Néstor Mazzini
• 25. Los días chinos, de Santiago Loza
• 26. Vieja loca, de Martín Mauregui
• 27. Nuestra parte del mundo, de Juan Schnitman
• 28. Miss Carbón, de Agustina Macri
• 29. Dice que…, de Alejandro Fernández Mouján
• 30. La mujer de la fila, de Benjamín Ávila

• 31. Las reglas del juego, de Matías Szulanski
• 32. El mundo al revés, de Agostina Di Luciano y Leon Schwitter
• 33. Jota Urondo, un cocinero impertinente, de Juan Villegas y Mariana Erijimovich
• 34. Después, la niebla, de Martín Sappia
• 35. Nancy, de Luciano Zito
• 36. El atardecer de los grillos, de Gonzalo Almeida
• 37. La noche sin mí, de María Laura Berch y Laura Chiabrando
• 38. Olivia, de Sofía Petersen
• 39. Nueve auras, de Mariano Frigerio
• 40. Mazel tov, de Adrián Suar

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Dos reestrenos:

• – Historias extraordinarias, de Mariano Llinás
• –Adiós Sui Generis, de Bebe Kamin

Dos coproducciones:

• –Cuando las nubes esconden la sombra, de José Luis Torres Leiva (Chile)
• –Bajo las banderas, el sol, de Juanjo Pereira (Paraguay)

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